EHRENBERG-MAYTE EL ARTE DEL CONCEPTO


Las artes, todas (y bueno, la cultura en su totalidad) es un proceso de acumulaciones y cada generación, cada individuo, selecciona ideas para adoptarlas o descartarlas en función de sus necesidades intelectuales. Otra cosa es la mimesis, el plagio, la piratería, el robo, LA APROPIACIÓN de ideas, hábito por lo demás muy común en ambos lados de la raya: por un lado, países desarrollados son vampiros y chupan ideas de las llamadas »culturas periféricas«; por el otro, las culturas »periféricas« se la pasan emulando y copiando a las centrales.
Quién sabe cuándo llegue el día en que los latinoamericanos dejemos nuestro eurocentrismo y adquiramos la suficiente autoestima para lanzar nuestras creaciones al mundo sin pena alguna....

Felipe Ehrenberg


Yo soy parte de la interpretación o soy una nueva intérprete, a esto le apuesta Ehrenberg ahora, lo que en los setentas cambió el panorama del arte en México , hoy lo vuelve a transformar con su realidad perceptible de violencia y de nuevas mentalidades, la verdad es que yo ante una partitura del neólogo[1] Felipe puedo decir que puedo decir cualquier cosa, y hoy cualquier cosa se vende, se comercia, se introduce como verdad, una verdad relativa, como todas la verdades, eso no lo ha cambiado ni Ehrenberg, porque las miles de interpretaciones , aunque sean de validez todas y cada una, siempre nos quedaremos con la que nos convenza de forma individual, es difícil ser colectivo, cuando todo el tiempo soy intérprete, ya lo dijo Martí : “ la abstracción es un talento difícil”.


El arte conceptual tiene sus profundas raíces en Duchamp y los dadaístas, donde dieron fin a todos los principios estipulados, mataron a la representación tanto figurativa como abstracta y le dieron protagonismo al objeto prefabricado, lo que conocemos como Ready- Made. Este acto arrebatado sensualizó la mente de los rebeldes del mundo, y no dejó de evocar erotismo creador en los artistas mexicanos, y la obra de muchos, fundamentalmente Felipe Ehrenberg en los setentas, comenzó a darle lugar a, como dice Luz Maria Sepúlveda (2007): “los pensamientos, ideas, propuestas, conceptos e incluso pretextos” (P.183). Duchamp complejiza al colocar conceptos a los objetos que comienzan en su transformación de artísticos, cuando los desfunciona, los coloca en un nuevo contexto y por tanto una significación distinta, en verdad, como también dice Sepúlveda (2007): “sus ideas no fueron puestas en práctica sino hasta los años setentas del siglo XX” (P.183).


Precisamente en el momento en que, países como México transitaban por una nueva figuración,  que pretendía desde el fondo de la psicología humana encontrar una psicología social que pudiese,  a través de lo figurativo y lo abstracto,  alcanzar el máximo recuento expresionista de una verdad comunal, de entendimiento emocional, de reflexión regional. A la luz de esto, pareciese como si no hubiese conexión con lo que en 1970 irrumpe Ehrenberg con sus famosas caminatas escultóricas, realizadas en Londres y de las que hablaremos más adelante.


En realidad hay conexión en cuanto a la búsqueda de interacción con la sociedad y la denuncia, como con  la misma ruptura, de los que como Felipe,  provocan,  en este caso introduciendo el arte conceptual en el México de los setentas,  donde  planteaban que todos pueden participar del arte y que sus interpretaciones de él son tan válidas como las de un supuesto especialista, y que el arte debe de escapar de sus universales para comprender lo regional, y más bien, someterse a la idea de comprensión de la realidad regional para insertarla en lo universal, algo así como un ideal latinoamericano que José Martí describiría magistralmente por medio de un aforismo: “ Más que imponernos al enemigo, importa y alcanza que el enemigo acate nuestro obra” , porque, como también la sabiduría martiana alude: “Las ideas son las riendas de las piedras”. El arte conceptual parte de un estadío de libertad que Las Olimpiadas habían alentado, dando lugar a un México cosmopolita. El mismo Ehrenberg a la luz del siglo XXI agrega que: “Existía infraestructura  cultural en la Ciudad de México, en los Estados no, sin embargo los artistas se sentían holgados” y eso para él también justifica y convierte lógico la introducción del arte conceptual en el contexto mexicano.


Felipe Ehrenberg nació en la Ciudad de México en 1943 y desde muy joven tuvo intereses artísticos como la pintura, la escultura y el grabado y estuvo bajo el amparo de los que en él fueron definitivamente influyentes como es Mathías Goeritz, Feliciano Béjar, Olga Costa, Rufino Tamayo y José Chávez Morado, “Gente de calibre”, como él mismo menciona. En 1965 realiza su primera exposición individual, y de ella se desprende una idea fija de preferencias al mostrar su obra,  que tiene que ver con  espacios institucionales o no lucrativos; es por lo tanto, administrador de su propio trabajo artístico. Ha participado en certámenes nacionales e internacionales siempre fuera de concurso, salvo dos excepciones en las que fue galardonado con el Premio Femirama (Buenos Aires, 1968) para Pintura; y el Premio Perpetua (Inglaterra, 1974) por el diseño e ilustraciones del libro mimeográfico del escritor inglés Opal L Nations, intitulado The Man Who Entered Pictures (El  Hombre que Entraba a Cuadros).


Ha presentado más de 70 exhibiciones individuales y participado en no menos de 200 muestras colectivas (casi todas de carácter experimental) realizadas en las principales capitales del mundo. En México se le respeta como Maestro, y es común la alusión a su persona con el prefijo Maestro Ehrenberg, pero esto no es más que una irrisoria participación inequitativa de los espectadores anquilosados en el ámbito del arte, porque en México es celebrado como pintor y dibujante. A nivel internacional es especialmente reconocido como plástico multidisciplinario, libro artista y performador. Es muy probable que la misma dilatación de sus intereses sea la razón por la cual su obra sea tan poco coleccionada en México, más que eso, reconocida. No obstante, su obra figura en célebres colecciones en el extranjero. Felipe Ehrenberg se describe como un cimarrón[2] de la cultura. Fernando Llano dice de su obra que: “Su curriculum comprehensivo es tan extenso como ecléctico, razón por la cual su obra es difícil de clasificar”.


Ehrenberg desde sus inicios como artista se abocó a la experimentación y  se le reconoce como uno de los pioneros más insurrectos e importantes de obra propositiva en el universo latinoamericano,  desde niño hacia obra gráfica sobre tortillas, se le acusó de haber introducido el arte conceptual a México, y lo digo de esa manera porque su postura ante ello es de radicalidad egocéntrica, Ehrenberg asegura que no lo trajo que él lo exportó, el sacó las ideas y las propuestas de México, y que estas eran absolutamente nuevas porque no existían en otros lugares, incluso asevera que El Libro-Objeto[3] y el Arte Correo[4] son auténticamente mexicanos, pero temo decir que el grupo Fluxus, con respecto al Arte Correo, ya había manifestado tales formas de expresión,  y que además, su fundador,  Georges Maciunas es un estadunidense de origen lituano. Ehrenberg dice muchas cosas, pero tampoco las dice a la ligera, estuvo inmerso dentro del grupo Fluxus cuando de 1968 a 1974 residió en Inglaterra en compañía de Martha Hellión y el crítico e historiador David Mayor y  fundó la editorial  Beau Geste Press/Libro Acción Libre, empresa colectiva que funcionó en Devon, en el sudoeste del Reino Unido. Bajo el impulso del artista mexicano, esta singular editorial publicó obras suyas y de numerosos poetas visuales, conceptualistas, neo-dadaístas y artistas experimentales, muchos de los cuales estuvieron íntimamente ligados al movimiento Fluxus justamente. También se publicó  una revista antológica de obra propositiva llamada Schmuck, que es, a la fecha, referencia obligada para información de aquellos años. BGP/LAL y sus ediciones sobresalieron por varias particularidades: la mayoría de sus producciones eran hechas en domicilio y los artistas/autores diseñaban y en muchas ocasiones imprimían sus propias publicaciones.


  Pero tengo puntos que salvan los decires de Ehrenberg, finalmente introdujo todo lo que dice haber introducido, en parte su astucia, en parte sus circunstancias, Inglaterra era el sitio de Fluxus, su editorial marco hitos de conexión artística entre Europa y Latinoamérica,  y esto lo colocó en un lugar de privilegio,  que finalmente crea un  antecedente sólido vinculado con el mail art en el México de 1970,  y que además, cabe mencionarlo, provoca que este tipo de manifestación se extienda por toda América Latina,  en el momento que  el neólogo envía por medio de la oficina de correos de Devonshire, una obra fragmentada en 200 postales al Salón Independiente del Museo Universitario de Ciencias y Artes de México, en dichas postales que preconizan un mural , denunciaba las desapariciones, las persecuciones y las matanzas de 1968, mediante la imagen de una mujer amamantadora, fragmentada en 200 partes.


Tal acontecimiento evocó lo que ahora comprendemos como metalenguajes, todo un andamio de semiótica que sería fundamento del arte conceptual de entonces y ahora,  y que protagonizó Ehrenberg influyendo a grupos artísticos de los setentas en el México conceptualista. La editorial también se destacó en el uso inventivo de la mimeografía, técnica “neográfica” en la que Ehrenberg es también pionero a nivel internacional, bueno eso es lo que dicen, por un lado Ehrenberg y por el otro los aduladores del Maestro, porque la técnica de la Mimeografía nos viene desde el siglo XIX con el invento, por parte de Edison,  del Mimeógrafo, con esta máquina se hacían reproducciones sobre papel esténcil en grandes cantidades, lo mismo que debe haber hecho Ehrenberg mediante su estancia en Londres, a lo mejor, hablando en términos posmodernos, lo retro es neo, lo neo es retro, y quizás eso es lo que se quiere decir, en fin, no quiero ser escatológica[5].


Análogamente a estas usuras, también ha destacado como  teórico, ensayista y columnista especializado. La dimensionalidad de los intereses de Ehrenberg le han valido para justificar su nombramiento de Neólogo, título que porta hace más de veinte años, al nombrarse y ser nombrado de esta manera, conste que la Universidad de Puerto Rico (Rio Piedras) institucionalizó su título profesional en 1986, esto le permite a Don Felipe, y no Calderón, sino Ehrenberg, es importante hacer la aclaración, una absoluta libertad de creación accionada dentro de las complejidades del mundo artístico en el que se ha querido encaminar.


 En 1974, Ehrenberg regresa a México y se establece en la pequeña ciudad cafetalera de Xico, en el estado de Veracruz, donde fundó un centro cultural y retomó la pintura en su aspecto conceptualista, del mismo modo empezó a escribir ensayos, textos teóricos y columnas periodísticas con regularidad. Sin dejar de lado las redes activas con la cultura de la Capital. A mediados de los setentas, justamente en el año 1976 fue miembro fundador, no es el creador, como se alcanza a leer en muchas partes, pero si artífice del nombre del  Grupo Proceso Pentágono[6] junto con Víctor Muñoz, Carlos Finck y José Antonio Hernández Amezcua, y luego, entrarían Miguel Ehrenberg y Lourdes Grobet, al final y de manera fugaz participarían Rowena Morales y Carlos Aguirre, la agenda de trabajo del conjunto nace con la X Bienal de Jóvenes en París y el compromiso fundamental de Grupo Proceso Pentágono era el de unificar lo estético con lo político,  y con frecuencia, se dedicaron  a las temáticas de la represión, tortura y desaparición de personas por motivos políticos en México y América Latina. Durante esos años se genera el movimiento de los grupos de trabajo colectivo.


Es Ehrenberg finalmente, una figura clave en el llamado Movimiento Grupal que sacudió y volatizó el ambiente plástico de México. Hay que reconocerle algunos aspectos considerables para un artista con un discurso no del todo claro o concluido, cosa que le satisface profundamente, si pensamos que aunque su arte no parezca tener un proceso especifico y se dibuje infinito, su labor social merece nuestra atención, ha impulsado el arte en todas sus etapas creativas, ha estado insertado en puestos públicos nacionales e internacionales, como en los ochentas dentro del Departamento de Acción Social y Cultural del D.D.F siendo  jefe de la oficina de Artes Plásticas o como colaborador en la fundación del Instituto Veracruzano de Cultura como titular del Departamento de Artes Plásticas.


El delirante sismo de  1985, lo conmovió a la idea de fundar el Centro de enlace Díaz de León, tarea que se cumplió a principios de 1988. Su larga carrera se relaciona constantemente con la impartición de manera independiente de cursos y seminarios sobre experimentación en el arte, promoción cultural, muralismo colectivo y labor editorial. En los últimos años se dedicó de manera casi exclusiva a impartir un seminario sobre la administración profesional del artista. En la actualidad radica en Brasil, donde en años anteriores había hecho labor diplomática dentro de la Embajada de México en ese país y de donde partiremos también para comprender, lo que un día de octubre del 2011 en el restaurante del hotel La Casona en Morelia, Michoacán, justo unos días antes de que el MACAZ celebrara su 40 aniversario, donde Ehrenberg reinaría en el recinto, incluso momentos antes de que impartiera su famoso curso sobre la elaboración de Libro de Artista,  me dijera de sus influencias precisamente conectadas con Brasil.


Entre los 17 y  19 años de edad conoció a Emiliano Di Cavalcanti, conocido como el Diego Rivera de Brasil, con el que trabajó tres meses, siendo esta,  la primera conexión pasional con el país sudamericano. Dicho todo lo que de forma resumida nos importa de su vida, comenzaremos a entender otras de las razones del surgimiento de esta visión novedosa en el México setentero del pasado siglo. Debemos comenzar desde algo muy simple, México, como muchos países de Latinoamérica llegan desfasados a los movimientos artísticos que se gestan en Europa fundamentalmente, así que esta lógica nos indica,  que siendo el arte conceptual algo vivido dentro de la escena internacional de los sesentas, tendría que llegar al país más tarde o más temprano.


Otra de las motivaciones contextuales en las que surgen estas tendencias  multidisciplinarias son los movimientos sociales, básicamente el de 1968 y la matanza estudiantil,  tales eventos motivaron la necesidad de la representación conceptual de  ideas con las cuales denunciar y  renunciar a lo que la política cultural también mafiaba con las temáticas, propuestas y esquemas que el arte en México debía de seguir y lo hizo categóricamente en los setentas. El mismo Felipe Ehrenberg me comentaba que las desaparecidas Galerías de la Pérgola en la Alameda Central de la Ciudad de México, hoy desaparecidas, serían el escenario para esta primera demostración, donde el performance irrumpe y el concepto en las obras se expande, esta exposición, dicho por él mismo,  sería el parteaguas, y me gustaría señalar,  que en dicha muestra fueron expuestas dos de las obras que en el 40 aniversario del Macaz se expondrían como parte de su Acervo y que fueron tituladas por el artista como Kinekaligrafías.


¿En qué consisten y  a que hacen referencia? ¿Los metalenguajes y la semiótica son asuntos del arte conceptual en México y la filosofía de conformación de sus grupos?


Claro que sí, por supuesto que sí, me canso que sí.  Empezaremos con la combinación  de palabras que dan lugar a una nueva como lo es Kinekaligrafías, son el resultado de kinestesia que alude a Movimiento y caligrafía que refiere a escritura, ambas posibilidades conectan con la idea de Poesía Visual, este concepto, que en palabras de Ehrenberg se retomaría con fuerza en años posteriores y que sus obras vaticinan, en realidad no era un concepto nuevo en México,  lo que quizás nos quiere decir Ehrenberg,  y con lo que tenemos que tener cuidado,  es con el desarrollo o la fuerza que tomaría la idea en los años setentas para ser más específicos.  Apollinaire en los albores del siglo XX basado en el concepto del caligrama donde la imagen creada por la palabras expresa visualmente lo que las palabras quieren decir,  y sépase señores que esto además de provocar el concepto de Poesía Visual es un claro uso del metalenguaje, algo así, y me gusta la idea de decirlo, es el lenguaje hablando de la forma del lenguaje, a mí también me gusta como hablo, no soy tan distinta a Ehrenberg, como iba diciendo,  Apollinaire produce una serie de ellos que no son más que lo que ahora conocemos como Poesía Visual,  y que en los años veintes Los Estridentistas,  junto al poeta José Juan tablada,  desarrollarían como concepto de rebeldía y creatividad, pero que para esos momentos no fueron tomados con agrado, si esto se expande con el arte conceptual, pensemos un poco, es un arma central de comunicación de ideas que nos permiten comprender lo que Felipe dice con los tales vaticinios.


Hay que mencionar que ambos conceptos de movimiento y escritura se entrelazan con el universo de la caligrafía china, con la cual el mismo Felipe estaba conectado en esos años y de quien toma la idea para entender el proceso de la comunicación con uno mismo, por eso es común en su obra, como en la de muchos conceptualistas mexicanos las intenciones sígnicas, claridad semiótica de sintetizar el significado en la presencia del signo y que finalmente dentro de  estas obras pueden palparse  con la presencia volátil del calígrafo chino, don divino,  aferrado a la paciencia,  capaz de volar en el tiempo, produciendo una obra irrepetible cada vez, si lo veo como alumbramiento ahora frente a mí,  comprendo que Ehrenberg se sujeta también, con esto de lo irrepetible,   a la idea de lo efímero, y esta lógica nos anuncia el desvanecimiento de lo hecho, su muerte cardiaca de abstractos y figurativos por el concepto en forma de liberación posmoderna. Pero esta exposición, que se ha  mencionado con anterioridad, también alude a todas las facetas en las que el arte conceptual se basaría, digamos que deja claras sus influencias, y deja claro su porvenir, lo digo yo, pero primero me lo dejo entrever Ehrenberg bajo el efecto aromático de un vino tinto californiano, y esto más que conceptual es sarcasmo, ni modo, el vino tinto es para los escogidos.


Otro de los influjos de este devenir conceptual fue el Movimiento Tropicalista de Brasil acaecido entre los años 1960-1970 y que tuvo a la cabeza a un innovador, que algunos han dejado moribundo, creyendo que lo que hacen nunca jamás se había hecho, pero que Hélio Oiticica realizó una y otra vez, revolucionando,  no solo el arte brasileño,  sino el arte hispano en su magnitud de referencias conceptuales. Este movimiento brasileño se relaciona con lo musical, e integra a grandes de la música brasileña, sus intenciones eran las de la renovación, a los finales de los sesentas,  de la música de su país, integrando ritmos diversos, entre ellos,  la fusión de la  bossa nova con el rock, el nombre del movimiento se debe a que Caetano Veloso lo toma de una instalación y desarrollo conceptual realizado por Oiticica y que llevaba por nombre Tropicalia, estas instalaciones fueron realizadas para el año de 1967 y abrazaban el cine, las artes plásticas, el teatro y la música incitando a los brasileños a renovarse en todos los campos, esto sucede en plena dictadura militar, incluso para el año 1969 fue presentada con rotundo éxito en Londres, donde,  no de forma casual,  Ehrenberg también partió y tampoco le fue mal. El cambio de nombre y el éxito del movimiento musical convierten el sentido de la palabra Tropicalia, con su espíritu contestario y renovador, para convertirse en Tropicalismo y ser un nuevo producto comercial y objeto de deseo reivindicado por la moda,  pero sin contenido, lo que hace que Oiticica se vaya a radicar en 1970 a Los Estados Unidos abandonando todo vestigio de comercialismo.


Pero lo que nos importa en verdad es la obra de Oiticica y sus relaciones conceptuales que motivaron la obra de Ehrenberg y por tanto de lo que sucedió con el arte conceptual en el México de los setentas. Partamos de la inspiración libertaria de Oiticica, de las influencias ideológicas de su abuelo, un anarquista irremediable,  del neoconcentrismo[7], el contacto con las favelas donde hacía que sus habitantes participaran en sus happenings, colocándoles capas pintadas manifestándose musicalmente, incluso políticamente. Todos estos factores y sus significados plásticos inspiraron a artistas como Felipe Ehrenberg quien también dice llamarse anarquista. Y anarquista es aquel que no reconoce al Estado entendido como Gobierno, digamos que no hace caso ni a amos ni a dueños, y que por ende, se entiende, que tampoco vive de él, así que no creo que Ehrenberg ni Oiticica, en paz descanse, sean muy anarquistas que digamos, el primero ha cumplido con ser funcionario y el segundo, fallecido muy joven, asunto que quizás le perdonemos, al irse a Los Estados Unidos lo hizo con una beca de la asociación Guggenheim, pero a lo mejor esto es pieza del arte conceptual y yo solo soy una intérprete más.


La producción del artista brasileño y con la que veremos similitudes con la obra de Ehrenberg y los movimientos conceptualistas de los años setentas en México estuvo límpidamente marcada por la búsqueda de integrar el arte a la experiencia cotidiana. Sus elementos y recursos fueron diversos como color, estructura, música, danza, palabra y fotografía y con ellos produjo una relación trascendente con el espectador, a quien transformó en actor principal a través de la experiencia con el propio cuerpo, provocando el autoconocimiento.  Oiticica se orientó hacia la articulación de elementos propios de la cultura popular, como la samba, con los criterios del movimiento Neoconcreto[8], camino casi idéntico de Ehrenberg. Sus experimentaciones le permitieron desarrollar paulatinamente su idea principal, la de generar un arte ambiental donde se conjugaran diversas disciplinas consintiendo en  reasentar el concepto estético al individuo participante de sus performances.


La utilización de maderas fijas con sentido arquitectónico,  donde la estructura y el color transforma al espectador en uno que descubre siempre otras obras, manifestaciones ambientales donde el individuo camina sobre arena, agua,  piedra, toca objetos, escucha ruidos, recibiendo una serie de estímulos dirigidos a los sentidos son fundamentos de la obra del artista brasileño y huella clara en la propuesta ehrenbergiana.  Oiticica busca posibilidades con recipientes que contienen arena, piedra, tierra, conchas de mar, pigmentos puros, sugiriendo la necesidad de explorar, de jugar y manipular la materia. Lo ambiental en su obra es característica pura que incluye todas las posibilidades del universo, las capas, estandartes y banderas sugieren ser enarboladas o vestidas, mientras la música y la danza conforman desdoblamientos lumínicos provocados por los colores de las telas.


El color es sinónimo de vida, y sugieren lo táctil, lo visual y lo rítmico, donde el cuerpo participa como la obra plástica,  y cada vez que se mueve, y participa del tiempo,  se convierte en lo efímero. No significa que haya renuncia a protestas, todo lo contrario,  son un síntoma de la protesta social, de que el pueblo se reivindique moviéndose con sus ideas, ideas igual a  colores, moverse igual a protesta, el pueblo era su inspiración, ese ambiente cubierto de lo marginal  donde encontraba savias de todo lo que el arte debe manifestar,  y que es su verdad primigenia, su voz de acusación infinita a todo esquema intranslúcido.  Como fue el  estandarte “Sea marginal, sea un héroe” realizado por Oiticica,  este emblema fue reutilizado en 1979  por Caetano Veloso en un recital provocando la intervención policial.


Los acontecimientos oiticicos se les conoce como poético-urbanos, algo cerca de  lo que Ehrenberg ha hecho a bien, neológicamente llamar “Performar”, palabra inexistente en el castellano, ya que su origen está en la lengua inglesa, pero pensando como una neóloga es posible su existencia, bajo los efectos del capricho claro está, porque en realidad no necesito convertir un sustantivo ingles en verbo castellano, Performance es el conjunto de actos, los verbos son las acciones dentro del Performance, por ejemplo, danzar, cantar, actuar, etc. , el que hace Performance no Performea, sólo hace un serie de acciones dentro del fenómeno artístico del Performance, pero desde los aspectos neológicos el que se dedica hacer Performance cumple con una serie de características que lo diferencian de los que hacen otras acciones, así que hay que darle su verbo para que adquieran su título nobiliario, tan simple como que:  usted es fotógrafo, usted es pintor, usted es escultor,  usted es performador, abusando de la neología pues esto está “A todo dar”.  Finalmente,  uno de los más famosos y últimos  performances de Oiticica es Delirium Ambulatorium, cuya música incluía un tema de los Rollings Stones y que ha servido de inspiración para los grupos conceptualistas mexicanos.


Durante la huelga del servicio de recolección de basura en Londres en 1970, Felipe Ehrenberg recorrió la ciudad filmando los montones de desperdicios acumulados en las calles, formando esculturas espontáneas. El registro de esas caminatas quedó plasmado en la cinta La Poubelle, de casi 17 minutos de duración, resguardada en los archivos de la Tate Modern, es la famosa Caminata Escultórica”. Nos dice Benítez Dueñas (2007) que: “se trataba de un recorrido a pie registrado en un plano de la ciudad y documentado mediante fotografías y postales que antes de ser enviadas desde lugares estratégicos eran marcadas con la hora y el sitio de emisión.” (P.227). Movimiento es la palabra clave,  me parece a mí, de moverse, de trasladarse, si me muevo, donde estaba no estoy, y no seré vista, y puedo mover el tiempo en cuanto el tiempo irremediablemente pasa, siempre seré distinta, si me muevo, aunque no me mueva, me muevo. Uno de los recursos interesantes que usa Ehrenberg para comprender esto,  que llamo Movimiento como clave de lo efímero,  es la documentación fotográfica, las postales, el servicio postal como medio de control de un tiempo en el que estuve. Benítez Dueñas (2007) continúa: “El aspecto escultórico de la caminata se justificaba en la medida en que “la definición de una escultura es aquella forma que resulta de un esfuerzo físico dirigido por un esfuerzo mental y creativo”. Aquí queda clara la idea sobre lo que digo en cuanto Movimiento sinónimo de un tiempo efímero.


Al caminar con mis propias posibilidades  revelo el carácter conceptual de la pieza de Ehrenberg que se encuentra sometida a una acción de tipo privada, absolutamente personal, pero que me coloca en posibilidades infinitas,  entendamos esto, porque parece trabalenguas pero no lo es, puedo caminar o mejor dicho moverme, y registrar mi paso de muchas maneras, esas maneras son infinitas, esas maneras por mencionar algunas, pueden ser registros físicos, mentales, sensoriales, cada uno de ellos perece y renace, si lo registro, seguirá en el tiempo, si lo recuerdo seguirá en el tiempo, si lo repito seguirá en el tiempo, y cada que pasa o paso interactúo con una situación geográfica distinta, mis experiencias cambian, y mi identidad casi es infijable, yo me armo y me desarmo cada vez que me muevo, esto es efímero e infinito, así que también soy un concepto y me convierto nuevamente en una intérprete.


Oiticica y Ehrenberg coinciden en otras cosas también, y por supuesto en las conveniencias de lo que el arte conceptual en el México setentero produjo,  una de esas razones es la de que para cambiar la sociedad se debía modificar la cultura previamente, conjugando la interpretación autónoma de la modernidad artística con elementos sociales, en el caso de Oiticica, esos elementos serian brasileños y en el caso de Ehrenberg regionales, para los años setentas, estos elementos eran de índole mexicanos, en la actualidad,  para el neólogo,  estos son básicamente de carácter latino, sus posibilidades han ampliado, gracias al Movimiento, el que refiere al traslado, al constante moverse de un sitio a otro. Porque este arte conceptual en México estuvo sacudido finalmente por esta relación con el sujeto, activando las experiencias de todos y cada uno para conformar una sola, pensando que el momento es irreproducible.





Felipe Ehrenberg cree en una sociedad con arte, sería una pesadilla si esto no fuese así, quizás la pesadilla en el Neólogo tenga sus bases en la necesidad de hablar abiertamente sobre la desaparición de los paradigmas estéticos, sin dejar de lado el lenguaje, asunto que considera Ehrenberg una herramienta para poder precisar las cosas. El neólogo sabe que hace, su entrenamiento como artista fue absolutamente ortodoxo, esto le permitió llegar al concepto y lo efímero, ambas situaciones las hace pasar a través de maquetas y dibujos para poder llegar a la producción de objetos, esto nos dice que la improvisación no es su estilo, relación clara  con lo  que su padre algunas veces le decía, y me atrevo a parafrasear, que un artista es un ciudadano, un artista no es más que un ingeniero o un zapatero, el artista tiene un deber con la sociedad. En los años setentas fue bien acogido pero no siempre fue comprendido, él mismo hace referencia a lo que le plantearía a Raquel Tibol por esos tiempos: “ya quiero tirar la toalla ya que nadie pela mis propuestas”, Tibol le contestó: “si lo hicieras, es porque no fuiste un verdadero artista”.










[1] Un neologismo puede definirse como una palabra nueva que aparece en una lengua, o la inclusión de un significado nuevo en una palabra ya existente o en una palabra procedente de otra lengua. La creación de neologismos se produce por modas y necesidades de nuevas denominaciones. Desde el punto de vista del purismo, hay neologismos innecesarios, como los que alargan las palabras convirtiéndolas en archisílabos, pero también hay otros neologismos necesarios como "bonobús" o "seropositivo". Hoy en día, los medios de comunicación son los principales propagadores de los neologismos y de los préstamos lingüisticos. Algunos de estos términos tienen una vida efímera

[2] Los cimarrones son un ejemplo en primera instancia del valor de los negros esclavos que no estaban dispuestos a aceptar sin ninguna oposición el yugo de un amo esclavista y preferían ser fugitivos insertados solos en los montes.
[3] Se asocia el libro objeto básicamente a dos tendencias: el libro de artista (generalmente vinculado a la poesía o el arte en versión pura y absolutamente conceptual) y al libro sensorial destinado a los niños
[4] El Arte Correo o Arte Postal (AP), en inglés Mail Art, es un movimiento planetario de intercambio y comunicación a través del medio postal. Su historia viene de antiguo, tanto como el servicio postal, ya que es ese su medio de difusión, aunque puede rastrearse hasta sus primeras manifestaciones en el grupo Fluxus o los neo-dadaístas
[5] En español, el término escatología puede estar referido a dos cosas completamente diferentes: el ‘conjunto de creencias referentes al fin de los tiempos’ (de éskhatos: ‘último’) y también el ‘estudio del excremento’
[6] PROCESO PENTÁGONO (Activo entre 1976 y 1983).
[7] Es la elipsis de las figuras retóricas. El concentrismo tiende a hacer una escritura conceptual, es decir, decir lo máximo con las menos palabras posibles. La Elipsis es una Figura Retórica consistente en omitir alguno de los elementos de la frase con el objetivo de conseguir un mayor énfasis.
[8] La ruptura neoconcreta en el arte brasileño remonta a marzo de 1959, después que el grupo de mismo nombre publica el Manifesto Neoconcreto. Tributaria de las corrientes abstractas modernas de las primeras décadas del siglo XX - con raíces en experiencias como las de la Bauhaus, de los grupos De Stijl [El Estilo] y Cercle et Carré, además del suprematismo y constructivismo soviéticos -, el arte concreto crece en el país en consonancia con las formulaciones de Max Bill (1908 - 1994), principal responsable del ingreso de ese ideario plástico en América Latina, luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

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