LAS KINESHISTORIAS DE LAS KINEKALIGRAFÍAS

He estado sola en muchas ocasiones frente a la obra de Felipe Ehrenberg no porque yo quiera, sino porque los fantasmas del MACAZ me arrastraron a su instinto setentero,  ese instinto de envolver la vida artistica de un México socorrido en abstractos y figurativos productos, que habían, al parecer, perdido la esencia de lo que Ehrenberg presentó como la sublimación del concepto, y eso es lo que me permite indagar como historiadora del arte, es lo que me sacude una mísera entraña que tengo para lo posmoderno, algo que no acabo de comprender,  pero que atraida finalmente por la lastima que me inspiran las contradicciones propias y ajenas he decidido crear este blog sobre Felipe Ehrenberg  para que nos permita discutir, criticar, blasfemar, pero siempre intentando sobrevivir a partir del verbo más socorrido desde el Siglo XVIII, DILUCIDAR.

Las kinekaligrafías de Felipe Ehrenberg son dos obras donde la escritura adquiere movimiento, como la caligrafía china que suspende años de su vida en el trazo único del ejecutor, estos trabajos fueron presentados por primera vez en las hoy desaparecidas Galerías de la Pérgola de la Alameda Central de la Ciudad de México, y que en su momento fueron innovadoras, porque retomaban propuestas del Movimiento Tropicalista de Brasil de los años 1960-1970. Estas obras permiten que las palabras sean tan importantes como la imagen y que treinta años después se conociera como Poesía Visual. Esta exposición visionaria presentó una pieza performática y una instalación, no solo esto visualizó lo que diez años más tarde sería un hecho en el mundo del arte, sino que además presintió antecedentes posmodernos.

Estas piezas son la historia coherente de un compromiso de profética individualidad de un artista; que permite conocer precedentes claros del devenir de una obra comprometida con algo que considera fundamental para el arte: La referencia a su propia sociedad, una búsqueda regional, un desenmascararse de estéticas eurocentristas y un intentar mirarse en su propio espejo.