El futurismo en Rusia


El futurismo en Rusia, influenciado por el italiano y más literario que plástico irrumpió casi a la par del manifiesto marinetianno, ya que en 1909, cuando Le Fígaro lo publicó, un periódico ruso a las dos semanas ya daba detalles sobre ello, se destaca con esto el hecho de que el calificativo futurista se aplicaría hasta 1913 a los poetas y artistas rusos, aunque caben manifestaciones anteriores que no son muy consistentes, por ejemplo:  datos no concretos sobre la visita de Marinetti por fechas de la publicación del manifiesto,  algunos cuadros futuristas que Larionov planteara o en un manifiesto de 1910 que N. Kulbin llamaría: El arte libre como fundamento de la vida.

El  futurismo ruso tiene sus primeras manifestaciones en el ámbito de la poesía, coincidencias en tiempos, mas no en siglos, dibuja la faz de poetas en la detonación de manifestaciones artísticas en Rusia, a que me refiero,  si nos ubicamos en el siglo XIX podemos insertar la figura de Alexander Pushkin quien comienza a proclamar la necesidad de recuperar la lengua  rusa en la literatura para  que ésta demuestre  un modo de ser nacional. Esto impulsa la necesidad de reafirmación de un país sometido por la codicia de zares y relegación continental,  en lo que después se reconoce como realismo ruso,  manifestación que  tomaría  su infalible forma en los itinerantes, aunque los futuristas rusos deseaban lanzar una siberiana muerte a Pushkin, considerado un rezago del pasado.

El futurismo ruso entonces proclamado por poetas toma distintas grafías: el ego futurismo, fundado por Severjanin en 1911 y dirigido por Ivan Ignatiev a partir de 1912, el cubo futurismo, desde 1910  con figuras  como Chlebnikov, Maiakovski y los hermanos pintores Burliuk, el Mezonin Poezii ( movimiento Mezanini de la poesía) , la más fugaz, Centrifuga donde se encontraban Bobrov, Pasternak y Aseiev así como un grupo en Saratov de 1914 que invocaba el  psicofuturismo y del  que solo se publicó un almanaque, al parecer fue lo único que hicieron. En cualquiera de los casos son las ansiedades de índole literaria las que ponen en funcionamiento las indagaciones de nuevas maneras y planteamientos estéticos, dándolos a conocer normalmente en revistas u otro tipo de publicaciones que fueron verdaderos vehículos expresivos y exorcizantes de estos grupos como veremos más adelante.

Los autores de Escritos de arte de vanguardia insisten en que Larionov, a pesar de su manifiesto  del  rayonismo, donde proclamaba que este era una síntesis del cubismo, del  futurismo y del orfismo no hace en verdad una influencia relevante en las manifestaciones futuristas rusas, porque estos, mantenían una cosmopolita influencia de posguerra, sobre todo en los artistas franceses, Cezanne, por poner algún ejemplo, o en el español Picasso en momentos posteriores, asi como de los expresionistas alemanes, fundamentalmente a través de las figuras rusas de Kandinsky y Alexei von Jawlenski , quienes formaban parte de El jinete Azul en el desarrollo de su carrera en Alemania, aunque considero que las exhalaciones coloridas que dominan el estilo rayonista, que son rítmicas y dinámicas construyendo el espacio abren cierta estructura de la velocidad y fugas de las composiciones futuristas rusas.

Los autores hacen hincapié en un aspecto que considero relevante y es la inclinación tanto de rusos como de alemanes hacia el arte popular, buscando con constancia una arruga pronunciada de nacionalismo en sus creaciones, se menciona al ballet de Diaghilev, en el que también colaboraría en diseños y libretos,  Larionov y su pareja sentimental la artista Natalia Gontcharova (que como dato curioso, entre sus antepasados figura el poeta Pushkin, al que ya hemos mencionado ¡QUE IRONIA VERDAD!)   o los salones vanguardistas entre 1910 y  1913 donde, por mencionar algunos, figuras como Malevitch, Tatlin o los Burluk manifestaban ese halo de manifestada identidad, incluso, estos antecedentes patentes ya eran base sólida para que algunos pintores rusos encontraran su camino en el mundo del futurismo ya con obras de señalada factura dinámica, maquinizada y urbanística. Esto provocó dos acontecimientos importantes para 1914, por un lado la participación rusa en la Exposición libre futurista internacional de Roma y la visita de Marinetti al país con una serie de conferencias, que se dice provocaron ira en los futuristas rusos por considerarlo burgués, también la colaboración en revistas como Lacerba.

1914, es una fecha de guerra donde tanto futuristas italianos como rusos tomaron posturas, por un lado, los primeros acentuaron su belicosidad y se identificaron con el Fascismo, los segundos asimilaron posturas de izquierda que no eran del todo perceptibles en Una gota de alquitrán de Maiakovski en 1915 con su aroma a caos, en donde señala severamente a críticos y prensa incapaces de comprender la fuerza de la avanzada futurista y planteaba la destrucción de los cánones, poniendo en entredicho el arte anterior ruso, donde grita en contra de un Repin o un Bamoks y exige la necesidad de crear obras nuevas, porque el pueblo ruso es futurista, sin necesidad de grupos, sino como una inmensa oleada de influencia en el alma de la sociedad o en la obra de Chlebnikov la tromba de los marcianos de 1916, donde existe la misma proclama de una destrucción del pasado y se acelera la idea de una luz ideológica con búsquedas nacionalistas.

Estas actitudes de izquierda de los rusos se acentuarían en publicaciones posteriores, como en 1918 con la Gaceta Futurista, donde se establece la democratización del arte, nada más claro que el Manifiesto de la federación volante de los futuristas de 1918, escrito por D. Burliuk, V. Kamenski y V. Maiakovski, allí se establece que la revolución de febrero destruyó la esclavitud política, la de octubre la esclavitud social,  pero ellos vociferaban la necesidad de eliminar la esclavitud espiritual  dada por el viejo arte que aun petrifica la mente de la sociedad rusa, ellos llamándose proletarios del  arte proponen dejar de ser esclavos separando el arte y el estado, entregando los medios materiales del arte al pueblo, buscando la enseñanza artística para todos y que el arte sea consumido con equidad, esto sería una verdadera revolución del espíritu.

También, aparecería El arte de la comuna, que era una revista oficial del comisariado del pueblo donde se proclama que el arte futurista es el arte del proletariado, por otro lado,  el escrito llamado El drenaje del arte equivale a desmantelar los resabios del arte burgués, que este se vaya por las cañerías, el arte no estaba en la postura del fin, sino que para ellos el arte debe cumplir con aspectos meramente sociales, no debe deformar sino crear, haciendo referencia a la  necesidad de objetos tangibles y no vapores ideológicos, por eso, su crítica voraz contra los Peredviznniki se establece a partir de lo que se puede considerar una postura banal con respecto a la difusión del arte al pueblo,  y no,   al reflejo de las necesidades del pueblo. Estas posturas en el número 4 de la revista en cuestión fue contestado por Lunachartski, insinuando una actitud no del  todo izquierdista sino con un dejo de bohemia burguesa como señalaría Trotski, pero esto solo era el principio de aberración critica,  al que el arte,   que no reflejara en sí mismo al pueblo,  no tenía nada  que hacer en Rusia, era el principio de su fin. En el número 8 de la revista mencionada se propone la constitución de  un colectivo de comunistas futuristas, pero estos fueron atacados nuevamente, para dar por terminada la publicación en su número 19.

Partir de lo anterior,  hacia lo  que después se conoce como vanguardia soviética es fundamental,   puesto que los integrantes del futurismo ruso proponían el trabajo del artista en las fábricas, la mancuerna del arte y la vida en medio de una sociedad socialista lo que haría distinción con la propuesta de Marinetti, la fundación de centros de cultura artística con intenciones proletarias y hacia el proletariado,  que diera las armas para elaborar muestras de objetos de uso cotidiano del pueblo para la creación de ulteriores obras de arte,  aunque hayan sido considerados distantes de las verdaderas ideas socialistas. Ya lo dijo Gombrich, aunque se haya referido a la percepción hacia las vanguardias: “nunca podemos separar limpiamente lo  que vemos de los que sabemos…hay que aprender a ver porque la visión es engañosa”

Quisiera finalizar con un corto poema del poeta ruso que desde sus principios simbolistas reflejó en su literatura  el amor a su tierra, con estrechos  vínculos con el folclore ruso y que terminó siendo una inspiración también para los futuristas con su poesía de corte cívico: Alexander Blok

LA FÁBRICA (1903)

Son amarillas las ventanas en la casa vecina

Por  la tarde, por  la tarde

Chirrían los tornillos pensativos,

Los hombres van  a la portada.

Cerrada está, hermética.

En la pared, en la pared

Alguien inmóvil, alguien negro

Cuenta a los hombres en silencio.

Oigo todo desde mi cumbre:

Él llama con voz de cobre

A doblar las espaldas torturadas

A los hombres reunidos abajo.

Entrarán y se irán lentos,

Cargarán bultos en sus espaldas,

Y en las ventanas amarillas se reirán

Los que han engañado a estos mendigos.

 

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