CAMINA PA QUE TE CONOZCAN
PROGRAMA DE RADIO
MAYTE ACOSTA


El rostro es el espejo del alma, dicen por ahí de manera recurrente, los que aun vivimos en la poesía de la cotidianidad. Del cuello pa arriba se mueven las miles de posibilidades que los artistas han detonado como la puritita belleza. Cuando preguntas a un hombre ¿que le miras primero a una mujer? (es una pregunta que siempre será capciosa) de forma recurrente dicen que la cara, pocos creemos eso, sobre todo las mujeres, las mujeres que han caído en las garras de la desesperación por la inseguridad que supuestamente provocan los hombres coquetos.

Umberto Eco dijo alguna vez que los hombres miran a las mujeres en sus partes bajas, no se malentienda, me refiero a caderas, piernas y marcha atrás porque el atuendo permite acentuar la mirada hacia esos sitios, pero no es un asunto solo de hombres, también de mujeres, los ropajes en los hombres, en ciertos momentos pueden provocar que lo que menos nos interese es su forma de ser, digo lo de forma de ser porque es lo que mentirosamente decimos las mujeres que nos gusta de los hombres. La cosa es que cuando los hombres dicen lo que dicen pues dicen verdad, es la cara lo primero que llama su atención, no la cara en su conjunto, sino ciertas cosas de ella. Nunca será la nariz, ni las orejas, ni siquiera la boca, pero en la boca acentúan un detalle que solo algunas mujeres podrán tener como peculiar, eso distintivo que se llama sonrisa. Es la sonrisa una jerarquía siempre de posibilidad de agradar, anula por lo general cualquier otro atributo o no atributo. Cuando la sonrisa no es lo que brilla en el primer momento, entonces buscan los ojos, imagínense el vinculo entre sonrisa y ojos, la cosa es que delante de todo elemento pensado como sexual, se encuentran la piel, el cabello y tu forma natural de ser. Todo lo que digo lo dicen encuestas extrañas sobre lo que me parece incontestable, pero todo esto es para meternos en líos posteriores porque siempre hay cosas en las que pienso y que me llaman la atención.

He pensado en las canciones a los atributos femeninos y he cantado toda la semana, en la ducha, en la cocina, en el coche, sobre todo en el coche, porque como ando en carretera nadie se da cuenta de que voy como loca desafinando el día, ya saben que todos cantamos en el coche y evitamos ser vistos, y cuando alguien nos ve, porque nos olvidamos del mundo, tomamos el celular para disimular nuestra locura musical momentánea. He cantado buscando respuestas, y si, son los ojos y la sonrisa aquello que parece prevalecer las historias musicalizadas. Por ahí recordé algún que otro tema que refiere al caminao, es curioso porque los atributos femeninos también son cantados de acuerdo al comportamiento cultural, recordé a LA ENGAÑADORA, el famoso cha cha cha de Enrique Jorrin:

A Prado y Neptuno
Iba una chiquita
Que todos los hombres
La tenían que mirar.
Estaba gordita
Muy bien formadita
Era graciosita
Y en resumen colosal.

O por ejemplo La Mujer de Antonio de Miguel Matamoros:

La mujer de Antonio
Camina asi...
Cuando viene de la plaza
Camina asi...
Por la mañanita
Camina asi...
La mujer de Antonio
Camina asi...
Cuando trae la jaba
Camina asi...
Cuando compra viandas
Camina asi...
Cuando trae lechuga
Camina asi...
La mujer de Antonio
Camina asi...
Por la madrugada
Camina asi...

Pero quien no muere con La Malagueña: Que bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas, o el tema maravilloso: Hay unos ojos k si me miran hacen k mi alma tiemble de amor son unos ojos tan primorosos ojos mas lindos no he visto yo.


De ahí que podamos terminar con la canción que me recuerda a una entrañable amiga, siempre la pedía en todas la bohemias pero nadie nunca conocía la canción mas que ella y yo, es una de las poco conocidas canciones de uno de los compositores mas famosos que ha tenido Cuba, el que regaló Ay MAMA INÉ!  Y DRUME NEGRITA, me refiero a la hermosa: LAS PERLAS DE TU BOCA de Eliseo Grenet:


Esas perlas que tú guardas con cuidado
en tan lindo estuche de peluches rojos;
me provocan, nena linda, loco antojo
de contarlas beso a beso enamorado .

Quiero verlas como chocan con tu risa,
quiero verlas alegrar con ansias locas
para luego arrodillarme ante tu boca, y
pedirle de limosna una sonrisa.

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