GEN, GÉNERO, GENEROSA
PROGRAMA DE RADIO
MAYTE ACOSTA
Pensaba el otro día sobre la mentada violencia de género que ha emergido de esta necesidad femenina de esclarecer la historia de la humanidad. Esta historia es a partir de un primer momento, dado, si es que fuese correcto un supuesto principio, por aspectos de tipo estético, y mas tarde, mucho mas tarde, desde los asuntos positivistas del pensamiento humano, en el que todo debe probarse desde el punto de vista científico. En base a eso, y aunque no lo entiendan algunas mujeres, es un hecho comprobado, es mas, comprobadísimo, que el hombre, asumido biológicamente, tiene mayor porcentaje de tejido muscular que la mujer, es por eso que puede cargar objetos mas pesados. Ahora entendemos porque le pedimos al vecino buena gente, o al que, raras ocasiones pasa esto, está buenísimo, que nos cargué algún mueble o nos mueva la estufa, refrigerador etc.. No le decimos a la vecina, y si le decimos a una amiga vía wassap es porque ni quien nos quiera echar la mano, de plano porque entre las dos se la van a rifar empujando el refri raspando la losa del piso. Y digo esto a lo loco, porque cual moda es, y lo he dicho otras veces, cual moda es, esto, de las y los en búsqueda de la equidad genérica, al punto de que en una conversación de sobremesa alguien dijo el otro día que los boleros suelen tener letras que atacan al sexo femenino, y usó la palabra imprudente para referirse, me imagino, a los compositores de estos temas.
Es curioso, muy curioso que no reparemos nunca en la historia para entender porque una cosa no es otra. La historia del arte a la que se le ha acusado de machista tampoco está exenta de haber cometido errores, pero también es victima del tiempo. La no integración de mujeres, o la existencia de muy pocas en el arte, es muy fácil de entender, las mujeres no podían ir a la escuela, no eran oficios para ellas, hemos sido excluidas de la producción artística no porque no podamos sino porque no ha sido correcto por muchos siglos, nuestra presencia ha estado limitada, no inexistente, solo limitada. Pero eso de que los boleros nos ataquen no es del todo cierto, lo digo positivistamente, y con un afán positivo.
En ese tono me parece pertinente hablar de las boleristas, se me ocurren tres que resumen esto de la condición femenina en una relación amorosa, que además no nos denigra para nada, mas bien nos coloca con menos músculos pero mas atrevidas. Me ha venido a la cabeza María Grever y la extraordinaria Júrame, una canción compleja melódicamente, difícil de cantar, complicada en todos lo sentidos, una canción atrevida, femenina y masculina, que obliga a una promesa que parece posible solo si se está enamorada, porque una mujer enamorada solo es capaz de decir que: QUIEREME, QUIEREME HASTA LA LOCURA Y ASÍ SABRÁS LA AMARGURA QUE ESTOY SUFRIENDO POR TI. Júrame es el modo de saber lo que toda mujer desea. Las frases del estribillo van en ese orden magnifico de las prioridades femeninas en el amor: lo primero es que nos juren que aunque pase el tiempo nunca nos olvidarán, el segundo es que nadie puede amar como tu amas y nadie lo amará como tu lo has hecho, el tercero es que el beso de tu amado será único, para luego saber que tu amor, ese amor es tan fuerte que duele. Consuelito Velázquez le dijo al mundo que no tiene pudor y escribió Bésame Mucho. Una canción tan imprudente que cuando este planeta no exista retumbará en otros espacios, porque es de esas canciones que atraviesan el mundo y nos lo traen de vuelta: imagínense el tamaño de beso que se necesita en un reclamo delicioso de: BESAME, BESAME MUCHO COMO SI FUERA ESTA NOCHE LA ULTIMA VEZ y que decir de María Teresa Vera con su preciosa Veinte Años, cuando una mujer le dice a un hombre que ha sido olvidada, que mejor forma de decir inteligentemente: QUE TE IMPORTA QUE TE AME, SI TU NO ME QUIERES YA o sencillamente: SI LAS COSAS QUE UNO QUIERE SE PUDIERAN ALCANZAR, TU ME QUISIERAS LO MISMO QUE VEINTE AÑOS ATRÁS.
Pero como les decía, estaba yo en una conversación de sobremesa sobre los boleros que nos violentan, y no dije nada de lo anterior, solo me puse a cantar NOSOTROS, todos me escucharon, porque a veces, solo a veces, tengo una voz dulce que atrapa los silencios, una vez que terminé dije: esa canción responde lo que quiero decir, NOSOTROS es un tema que no violenta a la mujer es generoso con nosotras, es un bolero que pudiera ser la bandera de la equidad de género, ¿acaso no es un acto amorosamente equitativo separarte del amor de tu vida para salvarla de la terrible enfermedad de la tuberculosis que el autor del tema padecía? . Y vuelve la melodía a mi cabeza y repito: NOSOTROS, QUE NOS QUEREMOS TANTO DEBEMOS SEPARARNOS NO ME PREGUNTES MAS, NO ES FALTA DE CARIÑO, TE QUIERO CON EL ALMA, TE JURO QUE TE ADORO, Y EN NOMBRE DE ESTE AMOR Y POR TU BIEN TE DIGO ADIOS.
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MAYTE ACOSTA
Pensaba el otro día sobre la mentada violencia de género que ha emergido de esta necesidad femenina de esclarecer la historia de la humanidad. Esta historia es a partir de un primer momento, dado, si es que fuese correcto un supuesto principio, por aspectos de tipo estético, y mas tarde, mucho mas tarde, desde los asuntos positivistas del pensamiento humano, en el que todo debe probarse desde el punto de vista científico. En base a eso, y aunque no lo entiendan algunas mujeres, es un hecho comprobado, es mas, comprobadísimo, que el hombre, asumido biológicamente, tiene mayor porcentaje de tejido muscular que la mujer, es por eso que puede cargar objetos mas pesados. Ahora entendemos porque le pedimos al vecino buena gente, o al que, raras ocasiones pasa esto, está buenísimo, que nos cargué algún mueble o nos mueva la estufa, refrigerador etc.. No le decimos a la vecina, y si le decimos a una amiga vía wassap es porque ni quien nos quiera echar la mano, de plano porque entre las dos se la van a rifar empujando el refri raspando la losa del piso. Y digo esto a lo loco, porque cual moda es, y lo he dicho otras veces, cual moda es, esto, de las y los en búsqueda de la equidad genérica, al punto de que en una conversación de sobremesa alguien dijo el otro día que los boleros suelen tener letras que atacan al sexo femenino, y usó la palabra imprudente para referirse, me imagino, a los compositores de estos temas.
Es curioso, muy curioso que no reparemos nunca en la historia para entender porque una cosa no es otra. La historia del arte a la que se le ha acusado de machista tampoco está exenta de haber cometido errores, pero también es victima del tiempo. La no integración de mujeres, o la existencia de muy pocas en el arte, es muy fácil de entender, las mujeres no podían ir a la escuela, no eran oficios para ellas, hemos sido excluidas de la producción artística no porque no podamos sino porque no ha sido correcto por muchos siglos, nuestra presencia ha estado limitada, no inexistente, solo limitada. Pero eso de que los boleros nos ataquen no es del todo cierto, lo digo positivistamente, y con un afán positivo.
En ese tono me parece pertinente hablar de las boleristas, se me ocurren tres que resumen esto de la condición femenina en una relación amorosa, que además no nos denigra para nada, mas bien nos coloca con menos músculos pero mas atrevidas. Me ha venido a la cabeza María Grever y la extraordinaria Júrame, una canción compleja melódicamente, difícil de cantar, complicada en todos lo sentidos, una canción atrevida, femenina y masculina, que obliga a una promesa que parece posible solo si se está enamorada, porque una mujer enamorada solo es capaz de decir que: QUIEREME, QUIEREME HASTA LA LOCURA Y ASÍ SABRÁS LA AMARGURA QUE ESTOY SUFRIENDO POR TI. Júrame es el modo de saber lo que toda mujer desea. Las frases del estribillo van en ese orden magnifico de las prioridades femeninas en el amor: lo primero es que nos juren que aunque pase el tiempo nunca nos olvidarán, el segundo es que nadie puede amar como tu amas y nadie lo amará como tu lo has hecho, el tercero es que el beso de tu amado será único, para luego saber que tu amor, ese amor es tan fuerte que duele. Consuelito Velázquez le dijo al mundo que no tiene pudor y escribió Bésame Mucho. Una canción tan imprudente que cuando este planeta no exista retumbará en otros espacios, porque es de esas canciones que atraviesan el mundo y nos lo traen de vuelta: imagínense el tamaño de beso que se necesita en un reclamo delicioso de: BESAME, BESAME MUCHO COMO SI FUERA ESTA NOCHE LA ULTIMA VEZ y que decir de María Teresa Vera con su preciosa Veinte Años, cuando una mujer le dice a un hombre que ha sido olvidada, que mejor forma de decir inteligentemente: QUE TE IMPORTA QUE TE AME, SI TU NO ME QUIERES YA o sencillamente: SI LAS COSAS QUE UNO QUIERE SE PUDIERAN ALCANZAR, TU ME QUISIERAS LO MISMO QUE VEINTE AÑOS ATRÁS.
Pero como les decía, estaba yo en una conversación de sobremesa sobre los boleros que nos violentan, y no dije nada de lo anterior, solo me puse a cantar NOSOTROS, todos me escucharon, porque a veces, solo a veces, tengo una voz dulce que atrapa los silencios, una vez que terminé dije: esa canción responde lo que quiero decir, NOSOTROS es un tema que no violenta a la mujer es generoso con nosotras, es un bolero que pudiera ser la bandera de la equidad de género, ¿acaso no es un acto amorosamente equitativo separarte del amor de tu vida para salvarla de la terrible enfermedad de la tuberculosis que el autor del tema padecía? . Y vuelve la melodía a mi cabeza y repito: NOSOTROS, QUE NOS QUEREMOS TANTO DEBEMOS SEPARARNOS NO ME PREGUNTES MAS, NO ES FALTA DE CARIÑO, TE QUIERO CON EL ALMA, TE JURO QUE TE ADORO, Y EN NOMBRE DE ESTE AMOR Y POR TU BIEN TE DIGO ADIOS.
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