PRINCIPIOS DE UN VIAJE DE ALTOS VUELOS. PRIMERA PARTE
PROGRAMA DE RADIO
MAYTE ACOSTA
Sobre viajar me he hecho ilusiones siempre, uno realiza o elucubra ideas sobresalientes, es decir expectativas sobre esos sitios a los que decide ir. Decidí ir a Bolivia este agosto porque una invitación a un Congreso tan importante como el de JALLA ( lo cual significa JORNADAS ANDINAS DE LITERATURA LATINOAMERICANA) no puede dejarse de lado por ningún motivo, ni siquiera por motivos económicos, uno debe de meterse hasta en una Tanda cuando llegan este tipo de oportunidades. La cosa es que decidí partir a LA PAZ. JALLA es un esfuerzo que se realiza desde hace 23 años y que un día comenzó en LA PAZ justamente, en el lugar que los mismos BOLIVIANOS han considerado un espacio modesto del mundo, dentro de la UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES, por iniciativa de los integrantes de la carrera de literatura que querían pensar distinto, pensar desde el imaginario latinoamericano, desde nosotros mismos. Este proyecto interesó a muchos, pensar desde nosotros y pensar eso desde la literatura oral o escrita era una provocación casi sexual.
Así que JALLA ha viajado por 11 rincones de Latinoamérica: argentina, ecuador, Perú, chile, Colombia, Brasil y costa rica. En dos años se va al Brasil nuevamente a una región del amazonas, así que hay que pensárselo seriamente, porque habrá que vacunarse hasta para las arañas y lo digo en serio. Cuando viajas es un hecho que uno investiga que hay allí, con que se puede enfrentar, pero nada de eso dice la verdad, ya ven que la verdad no existe, pero uno insiste. Todos te hablaban de la altura y sus consecuencias pero finalmente dices, ¿qué puede pasarme? Al final de cuentas México también está alto, eso le pasa a los desprevenidos y si con mascar coca tiene uno pues ya está, ya la armaste. Después lees que LA PAZ es considerada la ciudad mas fea de América latina y dices: uy. Y te sigues informando porque con esos truenos ¡madre mía purísima!, y sabes que BOLIVIA posee salidas al lago Titicaca, el lago mas alto del mundo y que tiene a UYUNI, un salar considerado el espejo del cielo, un lugar realmente mágico y con eso tienes para decir cosas como: hayquir.
El viaje a LA PAZ de ida con sus dos escalas fue interminable, pero resultó la primera bastante agradable, porque era de 8 largas horas en SAN SALVADOR, ese asunto permitió que se pudiera pagar un tour por la ciudad. El Salvador es un país pequeñito con playas para surfear, y una ciudad enclavada entre montañas donde tiembla todos los días, lo cual no les ha dejado un edificio histórico en pie, lo que impresiona y debe de tomarse en cuenta es su entorno de volcanes y sobre todo las pupusas, comida típica salvadoreña, una torta realizada con harina de arroz o de maíz que rellenan de frijoles negros bien sazonados con chicharrón de puerco, queso y una yerbita de la región que sabe entre perejil y albahaca, te sirven esta maravilla y de unos gigantes frascos llenos de encurtido de col con chiles embadurnas tu pupusa para después sopearla de una salsa de tomate bien roja que no evitaras te vuelva loca de alegría a la primera mordida, y si le sumas una cervecita salvadoreña no habrá manera de que recuerdes que se derrumbó el centro histórico y que si Consuelo de Saint-Exuperi, (la mujer del dueño de el principito) alguna vez le hizo pupusas al francés, con razón la hizo flor y la volvió musa.
LA PAZ llegó en el camino hasta la madrugada, ya venia yo hasta sin rencor, el país te recibe doloroso, su aeropuerto en la parte antigua se cae a pedazos, las alfombras roídas, los asientos chuecos y los rostros de los agentes deprimen hasta a una caribeña, el frio te raja los dientes, salir de allí es enfrentarse al barrio del EL ALTO, lugar en que algunos puntos se encuentra a mas de 4000 metros sobre el nivel del mar, y EL ALTO es pobre, muy pobre, lleno del rostro de EVO y su famoso referendo para la reelección en el que el pueblo le ha dicho que no, empieza el taxi a bajar por las laderas, se muestra la ciudad asimétrica, irregular, diferente a cualquier cosa que se haya visto y uno se pregunta ¿qué pasa? Esto no es una ciudad conocida, es un lugar del mundo inexplicable, pero cuando amaneces en aquel hotel visualizando un mundo paceño lleno de asombrosas caídas de casa, rascacielos infinitos, arribas y abajos, teleféricos en vez de metros, cabinas colgantes que pasan por entre las casas, y que parecen irse contra las montañas, las paredes, la gente que se asoma desde las ventanas a mirar a todos esos locos, me incluyo, que han decidido ser pájaros, en una ciudad que solo puede trasladarse volando. LA PAZ te ahoga, estuve con oxigeno, camine en cámara lenta, comí poco, tome mate de coca todo el día, recibí noticias de un muerto, por la altura, dos pisos abajo, una mexicana se puso morada, y demoró en la clínica, para poder aprender a respirar, en la ciudad mas alta del mundo, pero en la infinita ilusión, de estar, en uno de los países, mas interesantes, que ojos humanos han visto.
PROGRAMA DE RADIO
MAYTE ACOSTA
Sobre viajar me he hecho ilusiones siempre, uno realiza o elucubra ideas sobresalientes, es decir expectativas sobre esos sitios a los que decide ir. Decidí ir a Bolivia este agosto porque una invitación a un Congreso tan importante como el de JALLA ( lo cual significa JORNADAS ANDINAS DE LITERATURA LATINOAMERICANA) no puede dejarse de lado por ningún motivo, ni siquiera por motivos económicos, uno debe de meterse hasta en una Tanda cuando llegan este tipo de oportunidades. La cosa es que decidí partir a LA PAZ. JALLA es un esfuerzo que se realiza desde hace 23 años y que un día comenzó en LA PAZ justamente, en el lugar que los mismos BOLIVIANOS han considerado un espacio modesto del mundo, dentro de la UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES, por iniciativa de los integrantes de la carrera de literatura que querían pensar distinto, pensar desde el imaginario latinoamericano, desde nosotros mismos. Este proyecto interesó a muchos, pensar desde nosotros y pensar eso desde la literatura oral o escrita era una provocación casi sexual.
Así que JALLA ha viajado por 11 rincones de Latinoamérica: argentina, ecuador, Perú, chile, Colombia, Brasil y costa rica. En dos años se va al Brasil nuevamente a una región del amazonas, así que hay que pensárselo seriamente, porque habrá que vacunarse hasta para las arañas y lo digo en serio. Cuando viajas es un hecho que uno investiga que hay allí, con que se puede enfrentar, pero nada de eso dice la verdad, ya ven que la verdad no existe, pero uno insiste. Todos te hablaban de la altura y sus consecuencias pero finalmente dices, ¿qué puede pasarme? Al final de cuentas México también está alto, eso le pasa a los desprevenidos y si con mascar coca tiene uno pues ya está, ya la armaste. Después lees que LA PAZ es considerada la ciudad mas fea de América latina y dices: uy. Y te sigues informando porque con esos truenos ¡madre mía purísima!, y sabes que BOLIVIA posee salidas al lago Titicaca, el lago mas alto del mundo y que tiene a UYUNI, un salar considerado el espejo del cielo, un lugar realmente mágico y con eso tienes para decir cosas como: hayquir.
El viaje a LA PAZ de ida con sus dos escalas fue interminable, pero resultó la primera bastante agradable, porque era de 8 largas horas en SAN SALVADOR, ese asunto permitió que se pudiera pagar un tour por la ciudad. El Salvador es un país pequeñito con playas para surfear, y una ciudad enclavada entre montañas donde tiembla todos los días, lo cual no les ha dejado un edificio histórico en pie, lo que impresiona y debe de tomarse en cuenta es su entorno de volcanes y sobre todo las pupusas, comida típica salvadoreña, una torta realizada con harina de arroz o de maíz que rellenan de frijoles negros bien sazonados con chicharrón de puerco, queso y una yerbita de la región que sabe entre perejil y albahaca, te sirven esta maravilla y de unos gigantes frascos llenos de encurtido de col con chiles embadurnas tu pupusa para después sopearla de una salsa de tomate bien roja que no evitaras te vuelva loca de alegría a la primera mordida, y si le sumas una cervecita salvadoreña no habrá manera de que recuerdes que se derrumbó el centro histórico y que si Consuelo de Saint-Exuperi, (la mujer del dueño de el principito) alguna vez le hizo pupusas al francés, con razón la hizo flor y la volvió musa.
LA PAZ llegó en el camino hasta la madrugada, ya venia yo hasta sin rencor, el país te recibe doloroso, su aeropuerto en la parte antigua se cae a pedazos, las alfombras roídas, los asientos chuecos y los rostros de los agentes deprimen hasta a una caribeña, el frio te raja los dientes, salir de allí es enfrentarse al barrio del EL ALTO, lugar en que algunos puntos se encuentra a mas de 4000 metros sobre el nivel del mar, y EL ALTO es pobre, muy pobre, lleno del rostro de EVO y su famoso referendo para la reelección en el que el pueblo le ha dicho que no, empieza el taxi a bajar por las laderas, se muestra la ciudad asimétrica, irregular, diferente a cualquier cosa que se haya visto y uno se pregunta ¿qué pasa? Esto no es una ciudad conocida, es un lugar del mundo inexplicable, pero cuando amaneces en aquel hotel visualizando un mundo paceño lleno de asombrosas caídas de casa, rascacielos infinitos, arribas y abajos, teleféricos en vez de metros, cabinas colgantes que pasan por entre las casas, y que parecen irse contra las montañas, las paredes, la gente que se asoma desde las ventanas a mirar a todos esos locos, me incluyo, que han decidido ser pájaros, en una ciudad que solo puede trasladarse volando. LA PAZ te ahoga, estuve con oxigeno, camine en cámara lenta, comí poco, tome mate de coca todo el día, recibí noticias de un muerto, por la altura, dos pisos abajo, una mexicana se puso morada, y demoró en la clínica, para poder aprender a respirar, en la ciudad mas alta del mundo, pero en la infinita ilusión, de estar, en uno de los países, mas interesantes, que ojos humanos han visto.
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